Mi infancia estuvo marcada por el cuidado de mis abuelos en un entorno rural. Este entorno me permitió tener un contacto profundo y constante con la naturaleza, desarrollando un inmenso amor y respeto por el mundo natural. De mis abuelos aprendí el valor del trabajo duro y la dedicación, valores que han sido la base de mi desarrollo personal y profesional.

Desde niña, la música ha sido mi forma de ver el mundo. Durante 12 años estudié música con pasión y dedicación, descubriendo en ella una forma única de expresión y comprensión. La música no sólo ha sido un medio artístico para mí, sino que también ha influido profundamente en mi enfoque del masaje. Veo mis masajes como una melodía armoniosa que aporta estabilidad y bienestar a quienes los reciben.

Mi vida también ha estado llena de actividades deportivas. Participar en numerosos deportes no sólo me ha dado fuerza física, sino que también me ha enseñado la importancia del bienestar holístico. Esta experiencia deportiva fue el catalizador que me llevó al mundo del masaje, combinando mi amor por la actividad física con mi deseo de ayudar a los demás.

En 2021, decidí formalizar mi pasión y comencé mi formación en Quiromasaje, completándola en 2022. Este primer paso en mi carrera como masajista me permitió desarrollar técnicas y habilidades esenciales para aportar alivio y confort a mis clientes. En 2024, amplié mis conocimientos especializándome en Masaje Tradicional Tailandés, una disciplina que complementa a la perfección mi enfoque holístico del bienestar.

Mi naturaleza empática me permite conectar profundamente con las personas a las que trato, comprender sus necesidades y proporcionarles una atención personalizada. Soy conocida por mi naturaleza acogedora y optimista, siempre buscando ver el lado positivo y proporcionar un ambiente cálido y seguro a los que me rodean. Dar masajes me da una sensación de quietud y presencia, lo que me permite estar plenamente en el momento y ofrecer lo mejor de mí misma.