Desde que me acerqué al mundo de las terapias, lo hice movido por la curiosidad, sin imaginar que terminaría completamente enamorado de este universo. Lo que más me atrae es descubrir que el poder de sanación está en gran medida dentro de cada uno de nosotros: en la capacidad de autoconocernos y de sanar desde dentro, en la conexión entre cuerpo, mente y espíritu.

Actualmente, trabajo el bienestar a nivel físico y energético, integrando distintas técnicas que he aprendido en mi camino. Comienzo mi formación en el Instituto Kiros, donde estudio Quiromasaje, explorando cómo aliviar el cuerpo y restaurar su equilibrio. Después, me especializo en Reflexología Podal y Auriculoterapia, ampliando mis herramientas para tratar distintas afecciones. Ahora, en mi tercer año de Osteopatía, profundizo en cómo las emociones y el espíritu interactúan con el cuerpo, y en cómo la somatización refleja nuestras vivencias en nuestro estado físico.

Mi madre y el tarot han sido una influencia vital en mi vida; ellos me han enseñado a experimentar la vida con apertura y curiosidad. De ella aprendo a disfrutar de cada cosa que hago, y a poner atención en cada detalle. Para mí, los detalles son esenciales: crean una experiencia sensorial y emocional que transforma cada sesión en un viaje único para la persona que confía en mis manos.

A día de hoy, sigo explorando y aprendiendo para ofrecer una sanación completa, que considere todas las dimensiones del ser humano. Creo que cuerpo, mente y espíritu se expresan como un todo unificado, y para mí, ese es el verdadero sentido de la terapia.